El límite entre las Rías Baixas y las Rías Altas se encuentra en la Ría de Muros y Noia. Muros se emplaza en la zona más al norte y más quebrada, y al fondo, en el este, se sitúa Noia dibujando un litoral más amplio y con formas más suaves. Ambos cascos rivalizan en atractivos y esconden tesoros de la vida marinera y de la arquitectura tradicional. Uno y otro han sido declarados Conjunto Histórico-Artístico.
MUROS es una mezcla de arquitectura popular y señorial, con pequeñas plazas, calles, arcos, cruceiros y soportales que conviven con antiguas casas de pescadores y palacetes góticos. Villa marinera por excelencia, con una historia que desde su fundación en el siglo X ha estado ligada a la pesca, al marisco y a la salazón de la sardina y el arenque en antiguas factorías, de las que llegó a contar con más de treinta en el siglo XIX.
No perderse: La zona de vinos, cercana al pequeño puerto de O Freixo con su “pesqueira” y los alrededores de la Praza da Pescadería Vella, muy animada por las mañanas durante la subasta de pescado. Acercaros al Santuario da Virxe do Camiño, en cuyo interior destaca una talla de la Virgen de la que la tradición dice, que llegó por mar.
NOIA fue identificada durante mucho tiempo como el puerto de Santiago, junto con Padrón y conocida como la pequeña Compostela. Pasead por la villa gótica, numerosas casas blasonadas destacan por la elegancia de sus arcos soportales en altura. Entre ellas, visitar la Casa da Xouva (s. XV), el Pazo Dacosta (1339) o el da Rúa do Forno do Rato y no olvidaros de las típicas casas marineras (s. XVIII) en la calle del Curro especialmente, con soportales de diferentes tipologías.
Recomendación: Noia es mejor lugar de Galicia para probar las empanadas de maíz con xoubas (sardinillas) o berberechos.
Junto a estas dos villas señoriales, descubriréis otros núcleos de interés como BAROÑA, PORTO DO SON o PORTOSIN.
La ría también ofrece innumerables playas de arena blanquísima como Ancoradoiro, San Francisco, Aguieira, Arealonga, As Furnas o Basoñas y espacios de gran valor ecológico como la laguna de Monte Louro o el estuario del Tambre.
Existen importantes restos arqueológicos, Laxe das Rodas (Louro) petroglifos de la Edad de Bronce o castros, como el Castro de Baroña, naturalmente defendido por un acantilado rocoso.
