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Bretaña, la Galicia francesa

Categorías: Bluscus

Tanto como Galicia como Bretaña son regiones situadas en la zona noroeste de España y Francia respectivamente, divididas en cuatro provincias. Ambas regiones se caracterizan por sus paisajes verdes, rías y costas cinceladas y su clima atlántico. Hasta aquí, nada estupendo: esto se debe a su geografía ¿no?

Hoy os llevo a la Galicia francesa.

Y, si os digo que los bretones también tocamos la gaita, que somos un pueblo infinitamente marinero y que tenemos nuestra propia lengua, bandera y leyendas, ¿seguís pensando que sólo es casualidad?

¿Sabíais que existía otro Finisterre que él de Galicia? En el Noroeste de Francia, se encuentra una tierra llamada Bretaña con su comarca Finistère que, como adivinaréis, significa “fin de la tierra”.

Claro que no: gallegos como bretones somos pueblos celtas y tenemos una cultura increíblemente paralela. Aunque los orígenes de nuestros antepasados son bastante confusos, lo que sí es cierto es que numerosos bretones emigraron a Galicia durante la Antigüedad para huir de las invasiones vikingas. Lo podemos comprobar con las fuertes huellas que se encuentran en ambos territorios, y especialmente con las leyendas. Otro punto común curioso y aún más antiguo es la presencia de menhires en ambas regiones y, para la anécdota, el término menhir es bretón: “men” significando piedra e “hir” largo, o sea “piedra larga”.

Alineamientos-Carnac
Alineamientos de Carnac

Pero volvemos al presente y vemos más detalles en los que nos parecemos:

  1. Una identidad muy fuerte

Ambos pueblos, gallegos como bretones, solemos considerarnos diferentes del resto de nuestros compatriotas. Y ellos también nos ven con algunos criterios como por ejemplo que somos trabajadores, orgullosos, testarudos y que somos amigos fieles. También nos identifican con el marisco y la cerveza. ¡Y no los vamos a contradecir!

Pero más allá de estos tópicos, lo que más demuestra nuestras identidades son: nuestras lenguas vernáculas, aunque hoy en día el gallego sigue siendo más usado que el bretón. Cada región tiene su propia bandera: la nuestra se llama el “Gwenn ha Du” (literalmente, “blanco y negro”) cuyas barras representan las nueve provincias históricas y los armiños recuerdan los escudos de armas de los duques de Bretaña. Por fin, ambos tenemos nuestro propio himno, “Os Pinos” para Galicia y “Bro gozh ma zadoù” para Bretaña (el viejo país de mis padres), aunque éste no tenga reconocimiento oficial.

bandera celta
Bandera celta

2. Una música tradicional similar

Una de las cosas que más me sorprendió ha sido descubrir que en Galicia se tocaba la gaita. Nosotros la llamamos “binioù”, y es el instrumento más usado en la música popular bretona, junto con la bombarda. El mejor sitio para escucharlo es sin duda lo que llamamos los “fest-noz” (“fiesta de noche”). Es nuestra fiesta tradicional, reconocida desde el año 2012 como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Aunque existan centenares de bailes tradicionales, durante los fest-noz se baila en cadena o en rolde y todo el mundo se da la mano o el meñique. Este baile se parece a la Muñeira.

fest-noz
Baile tradicional y trajes tradicionales bretones

¡Seguro que conocéis algún artista bretón! ¿Os acordáis de la banda sonora de la película “Amélie”? Pues la compuso Yann Tiersen, un músico y compositor de Brest: https://www.youtube.com/user/YannTiersenOfficial

3. Nuestro amor incondicional por el mar

La afición que tenemos por el mar es sin duda lo que más nos caracteriza. Gallegos y bretones somos pueblos marineros y gran parte de nuestra economía procede de la pesca. De hecho, los turistas que nos vienen a visitarnos lo hacen por tener una experiencia con el mar: que sea para dar un paseo en barco por la costa, marisquear, ir a la lonja, comer un buen pescado, o simplemente disfrutar de nuestras bonitas playas. ¡Siempre hay buena excusa!

Playa de Herlin, isla de Belle-île-en-Mer
Playa de Herlin, isla de Belle-île-en-Mer

4. Una gastronomía enraizada en el mar

La abundancia de los productos del mar permite una gastronomía muy rica y variada, así que escoger un combinado de mariscos puede resultar muy complicado por la amplia ferta: ostras, mejillones, langostinos, bogavantes, vieiras, sepias, centollas, bueyes de mar, percebes, almejas, bocinas, bígaros, etc. Nos pasa lo mismo a la hora de escoger pescado: ¿caballa o rape?, ¿atún o sardinas? ¡Es tan larga la lista!

Bateas de superficie en Bretaña
Bateas de superficie en Bretaña

Y por supuesto, el mejor postre del mundo: las filloas o “crêpes”, que se diferencian en el hecho de que las nuestras las hacemos con mantequilla salada. Como bretón que se respeta a sí mismo, ¡es inconcebible comer mantequilla que no sea salada!

Hablando de comida, hace falta comentar lo de la bebida: ambas regiones cuentan con un gran número de cervecerías, que tienen fama a través todo el país. ¿Mi cerveza bretona favorita? La “Bonnets Rouges” (Gorros Rojos), con bayas de saúco e ideal para el verano.

¿Queréis saber más sobre nuestras semejanzas? No existe mejor lugar para hacerlo que en el Festival Intercéltico de Lorient (Bretaña), que cada año celebra la música y la cultura de las regiones celtas. También podéis haceros una idea yendo al Festival de gaitas de Gijón o al Festival Internacional del Mundo Celta de Ortigueira. ¿Os apuntais?

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