Tras el qué ver en la costa de Lugo, soltamos anclas para mostraros una de las ciudades romanas por excelencia gallegas. Qué ver en Lugo: la historia de un pueblo.
La mayoría de nosotros crece sin entender la importancia real de la historia, odiándola en la juventud y dejándola atrás en la adultez pero, ¿alguna vez os habíais planteado en serio la respuesta a esa pregunta?
No nos vale un simple “se trata de cultura general”, que también. Por nuestra parte, creemos que la importancia real de la historia reside en tres conceptos:
Fotografía: Adri Pozuelo
Conocer el pasado te permite comprender el presente y, en cierta medida, planificar el futuro; te ayuda a evitar errores pasados basándote en la experiencia de otros y por último, dota de magia cada rincón en el que se presenta.
¿Quién viviría aquí, justo donde estoy de pie ahora mismo?, ¿a qué se dedicaría?, ¿cómo sería su familia?, ¿se habría preguntado lo mismo que me estoy preguntando yo ahora?.
Es precisamente por todo esto por lo que nos trasladamos a Lugo, la ciudad gallega más antigua de Galicia ya que data del siglo 25 a.C. Si, habéis leído bien, ¡25 a.C.! Y según nuestra lógica anterior esto nos abre un mundo infinito de posibilidades y preguntas, ¿no creéis?
Hoy, queremos que conozcáis algunos de los lugares de esta villa romana con más carga histórica o por lo menos, los mejor conservados arquitectónicamente hablando para que seáis vosotros mismos los que toquéis, observéis y soñéis con ese pasado que nos ha hecho quienes somos.
Termas Romanas
En el centro del edificio del Hotel Balneario de Lugo se encuentra uno de los monumentos más representativos del legado romano en nuestras tierras, los baños públicos romanos, los cuales se podrían considerar una especie de forma de vida para ellos.
¿Os habéis imaginado ya a un romano con su toalla a la cintura? Especifiquemos un poco más para que la imagen mental se vuelva más nítida.
Fotografía: Usuario de Flickr Ginio444
Casi todos tenían una serie de salas comunes con funciones específicas. En el Apodyterium las personas se desvestían y en las paredes se abrían una serie de nichos para dejar las prendas, en resumidas cuentas, un vestuario en el siglo XXI.
El Caldarium era la sala del baño caliente. El Tepidarium servía de transición para el baño frio, el cual recibía el nombre de Frigidarium. Además, podía haber otras habitaciones para baños de vapor, realizar hacer ejercicio, etc.
Puente romano
Dejando a nuestra espalda las termas romanas y dirección centro ciudad, encontramos el puente romano de Lugo, también conocido como “puente viejo”.
Tiene una longitud de 104 metros por 4 de ancho, aunque se ha descubierto que ha llegado a tener en sus orígenes 3 metros más.
Fotografía: César Vielba
Fue construido como una de las entradas principales de la ciudad cruzando el Rio Miño, uniendo Lucus Augusti (Lugo) con Bracara Augusta (Braga) y no solo eso, si no que además forma parte del camino primitivo de Santiago y conecta con la ciudad a través de la Calzada da Ponte. ¡Agarrad vuestras mochilas y a caminar!
Muralla romana de Lugo
Como bien nos cuenta Turismo de Galicia, la muralla romana que rodea la ciudad de Lugo es la única del mundo que se conserva entera. Por eso y por su misteriosa belleza es Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000.
Como ocurre con todos los lugares bellos, existe una leyenda que nos cuenta que los romanos construyeron la muralla para proteger no a la ciudad de Lugo, sino un bosque, el «Bosque Sagrado de Augusto”.
Fotografía: Galicia única
El bosque no lo hemos encontrado, pero si alguno de vosotros halla algún indicio de su existencia, que no dude en contactar con nosotros. Lo que sí hemos observado con detenimiento es la muralla, que sigue intacta para hablarle a quién sepa escucharla.
Siguiendo las directrices de las elegantes obras de Vitruvio, se construye la muralla, midiendo más de 2.226 metros y alcanzando en algunos de sus puntos los 7 de ancho. Si camináis por encima de ella os encontraréis con sus 71 torres (85 en origen) de la Roma Imperial, todo un alarde de poder.
Fotografía: Actualidad viajes
En cambio, si decidís rodearla desde tierra firme podréis entrar y salir por cada una de sus 10 puertas las cuales tenían una función específica en cada momento de la historia, y para contároslo está la Sala de exposiciones Porta Miñá.
En ella os explicarán como se articuló la ciudad de Lucus Augusti de principio a fin, sin olvidar, ilustraciones acerca de urbanismo, vida cotidiana, ocio, religión, etc.
Ya dentro de la muralla os recomendaremos 3 visitas ineludibles para comprender mejor lo que supuso la estancia de los romanos en la Gallaecia de entonces:
Casa de los Mosaicos
La Casa de los Mosaicos está situada cerca de la Plaza Mayor (otra de las visitas obligadas, pero continuemos con la historia) fue construida entre los siglos I y II y estuvo ocupada hasta mediados del siglo V.
Según nos muestran los restos arqueológicos encontrados, tanto por sus dimensiones como por la calidad de sus mosaicos, todo nos lleva a pensar que en esta casa debió vivir un personaje ilustre, tal vez el gobernador de la ciudad, ¿os lo imagináis?
Fotografía: Turismo de Galicia
Las excavaciones se realizaron por casualidad, ya que una casa que compartía solar iba a ser reconstruida. Los descubrimientos fueron sorprendentes, mosaicos, pinturas murales, bases de columnas y restos del hypocaustum, que era el sistema de calefacción que recorría el suelo.
El museo provincial
Se encuentra en el antiguo convento de San Francisco, del cual se conserva: la cocina, el refectorio (ambos del siglo XVIII) y el claustro (del siglo XV).
Dejando a un lado el patrimonio arquitectónico de este museo diremos que este fue declarado Bien de Interés Cultural en 1962, y en él, se recogen colecciones de una riqueza cultural e histórica incalculable para la cultura gallega.
Fotografía: Emilio Valadé
Entre la primera planta, segunda y parte alta del claustro podremos encontrar una colección de mosaicos del siglo III aparecidos en un solar de la calle Armañá, una sala en la que se hace una muestra cronológica desde el Paleolítico hasta el final de la Romanización, colecciones de cerámica, vidrio, numismática y medallística y una colección de arte gallego centrada en pintura y escultura de los siglos XIX y XX, entre otros.
Catedral de Lugo
Esta vez cambiamos de siglo y por lo tanto de época histórica, pero por una razón, la cita indiscutible con la Catedral de Santa María de Lugo.
La construcción de esta maravilla duro más de un siglo, siendo este el motivo principal de su mezcla de estilos románico, gótico, barroco, renacentista y neoclásico. El maestro Raimundo de Monforte inició unas obras que duraron desde el año 1129 al 1273 por lo que sus paredes atesoran el trabajo e historias de muchas familias.
¿Os imagináis cómo sería construir un edificio de tales dimensiones en esa época?
Fotografía: Sinte Lugo
Hasta aquí nuestro breve pero intenso recorrido por las calles de Lugo, la villa romana por excelencia de A Terra Chá. Somos conscientes de que quedan muchos parques, plazas y calles con encanto por nombrar, pero hoy queríamos despertar vuestra curiosidad con el fin de que seáis vosotros mismos los que las descubráis.
Nosotros ya os imaginamos mochila al hombro y dispuestos a explorar, ahora solo falta que seáis vosotros los que os atreváis a soñar.
Fotografía de portada: Mario Sánchez Prada
