Qué ver en Boito, pueblo ubicado en el Barbanza, en plena Ría de Aurosa, la más bonita de todo Galicia, una pequeña localidad llena de historia.
Boiro es la cuna del megalitismo gallego
Boiro destaca por una gran cantidad de cosas, pero quizá una de las más importantes y que consigue atraer infinidad de turistas, es el clima templado que le caracteriza, pues permite una escapada perfecta en cualquier época del año, sin pasar mucho frío en invierno, ni mucho calor en verano.
Se dice que el nombre es una equivalencia a bruma o niebla.
Aunque esta es la teoría más extendida, disponemos de otras tantas como la derivación de “Bouoro” o buen oro, haciendo referencia a la calidad del oro que se obtenía antiguamente en la zona. Por último, no debemos olvidarnos de la teoría que afirma que el nombre procede del asentamiento prolongado de la tribu sueva de los Burios.
Dice la tradición que en el año 44 d.C. por el Mar de Arosa entraron los restos del Apóstol Santiago acompañados de sus discípulos.
Como vemos, son numerosos los especialistas que buscan una teoría acerca del origen de Boiro, pero parece que no encuentran la acertada. Sea como sea, lo que es cierto y universal es que Boiro está poblado desde tiempos muy remotos, dejándonos así una extensa historia.
Boiro es la tumba, nunca mejor dicho, de numerosos monumentos funerarios así.
Podemos ver histórica arqueología como la casota do Páramo, antigua tumba con un grabado de un relicario y un cáliz en su interior; los castros de Neixón, declarados BIC en 2011, uno de los primeros yacimientos arqueológicos gallegos en intervenir con técnicas que podíamos considerar los albores de la arqueología como disciplina; los castros do Achadizo donde se encontraron numerosos restos de comida de sus antiguos habitantes, huesos, …
Los Pretroglifos donde vemos expresadas, con grabados en rocas, las creencias y rituales de una antigua sociedad campesina y ganadera.
El Arca de Barbanza, gran tumba con piedras de hasta 7 toneladas de peso que nos hace ver la gran cohesión social que existía en aquella época.
Su patrimonio histórico-artístico engloba una gran cantidad de edificios religiosos, casi todos remodelados en el siglo XVIII, época de esplendor gallega. Podemos observar los famosos cruceros gallegos, la Iglesia Parroquial de Santo André de Cures, la Iglesia Parroquial de San Vicenzo de Cespón, la ermita de San Ramón de Bealo, la Iglesia Parroquial de Sta. Beia de Boiro, entre otras.
“Del mar al plato” es su lema. La mayoría de los mariscos y pescados son pescados en sus costas y se venden directamente bien al mercado o bien a los restaurantes, para que cada uno le de un toque especial y nos hagan disfrutar de un mismo tipo de producto de diferentes maneras. Sin olvidarnos de probar su producto estrella: los mejillones.
Nos encontramos en las costas más ricas y ecológicas del planeta, donde se obtiene el Mejillón Gallego, mejillón con Denominación de Origen Protegida (DOP)
No debemos olvidarnos de sus maravillosas carnes y verduras y lechugas cultivadas en sus tierras ni del perfecto acompañamiento que nos proporcionan los vinos de la Tierra Ribeiras de Barbanza – Iria.
Nos encontramos en un pueblo rico en materia prima marina por lo que no es de extrañar encontrarnos con la gran cantidad de mercados de pescado que hay en él.
Destaca por encima del resto la lonja Cabo de Cruz, donde de lunes a viernes sobre las 16:00, se subasta el mercado más fresco de la ría, durando esta actividad unas dos horas.
Aunque si quieres conocer nuestras costumbres y mezclarte con nuestras gentes, no puedes perderte la visita al mercado de abastecimiento municipal, donde podrás comprar las mañanas de lunes a sábado, desde verduras, hasta pescado; pasando por carne, pan y todo lo necesario para tú cocina.
«A Casa das Camelias» es una parcela de unos 12.000m² de superficie, con una casa anterior a 1.785, molino de río, hórreo y crucero.
Ideal para ir con niños y que se entretengan contemplando las camelias y dándole de comer a sus peces, tortugas y pájaros.
Su dueña riega, poda y mima a más de 1.500 variedades de árboles y plantas de los 5 continentes del mundo. Aunque su especialidad, la reina de su jardín, es la camelia, la flor de Galicia. ¡En la finca hay más de 1.000 camelias!
El horario de visita en horario de verano a las 17:00, 17:00 y 19:00 en julio y agosto y en horario de invierno 16:00. Precio normal de entrada 5 euros. Niños hasta 12 años acompañados de sus padres gratis (máximo 2 por adulto).