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Horario de verano: De lunes a sábado 10.00 a 14.00 y 16.00 a 19.00

Observando el cielo de la costa gallega: 3 momentos irrepetibles

Categorías: Bluscus

Hoy, bien sea desde tierra o desde mar, vamos a poner la vista en el cielo. El cielo se viste de todos los colores, blanco y negro, pero también ofrece toda la gama de grises y azules, tocando rosas, naranjas y púrpuras. Normalmente miramos al cielo para adivinar el tiempo y pasa desapercibido en otras muchas ocasiones, pero solo hace falta abrir bien los ojos para descubrir lo que nos ofrece.

Si miramos hacia arriba podremos encontrarnos estampas dignas de la mejor fotografía de una película. Hoy os proponemos tres planes para visitar algunos de los rincones de nuestra costa, en los que hará falta levantar la mirada para descubrir incansables aves viajeras que planean por aquí y enclaves donde la bóveda celeste nos regala puestas de sol y noches estrelladas como las que inspiraron a Van Gogh.

Empezamos en la ría de Arousa, la más extensa en superficie de todas las rías gallegas y un escenario perfecto para agarrar los prismáticos y apuntar al cielo, ya que es visita obligada para el avistamiento de aves. Hay diferentes enclaves para elegir, desde Punta Carreirón en la Isla de Arousa, pasando por O Grove con su zona intermareal del Umia, hasta las dunas de Corrubedo y lagunas de Carregal y Vixán.

aves de Galicia

Gracias a la situación geográfica de Galicia tenemos la suerte de que por nuestra fachada litoral pasa la ruta atlántica oriental. Nada más y nada menos que una ruta migratoria que recorren miles de aves cada año. Estas aves de paso son atraídas a este punto por sus estuarios, islotes, calas, acantilados, dunas, lagunas costeras, junqueras y bosques de ribera y encuentran aquí el lugar idóneo, a medio camino entre el norte de Europa y África, para descansar, alimentarse y reponer fuerzas.

Otras de las aves migratorias llegan aquí para invernar dos veces al año, cambiando su lugar de residencia, en busca de vientos que les conduzcan a zonas más cálidas. En cualquier caso, es un auténtico espectáculo y lo mejor es salir al mar para verlas en acción: sobrevolando a ras del agua como flechas, lanzándose en picado directas al mar detrás de su presa o planeando en grupo o en solitario. Dependiendo de la época podremos ver ejemplares más raros como el paíño de Wilson,  la gaviota de Sabine u otros más fáciles de avistar como la pardela cenicienta o el alcatraz atlántico.

La siguiente parada la haremos en la afamada Costa da Morte. Más de 100 kilómetros de costa, con un marcado componente de aislamiento y unas duras condiciones climatológicas que han diseñado un paisaje salvaje y virgen.

Las aguas que vemos en sus costas son de las más siniestras y peligrosas, según los registros, en este pedazo de costa atlántica, tuvieron trágico final 950 barcos. El mar es el gran protagonista y también el origen de muchas de las leyendas e historias de la zona. Los pueblos de la Costa son una sucesión de muelles llenos de redes y aparejos, donde su gente consigue que lo cotidiano, como la captura de un día de pesca, se convierta en exquisitez.

Ya lo dijeron los romanos: Finis Terrae y qué mejor sitio para ver el ocaso del sol que en el fin de la tierra. Cabo Fisterra es un lugar mágico, lleno de mitos y supersticiones, punto final del camino de Santiago y donde es tradición quemar las botas del peregrino. Presidiendo el cabo, está la vaca de Fisterra, que en los días de niebla el mugido de su sirena llega 25 millas mar adentro. El motivo de su nombre es fácil de adivinar si lo escucháis. Por todo esto y con el faro de Fisterra de testigo, no podéis perderos el placer de disfrutar de la puesta de sol y ver cómo se esconde en el horizonte en curva.

puesta de sol finisterre

Y por último, una vez oculto el sol y ya en la penumbra de la noche, miramos al cielo para observar las estrellas. Desde tiempos remotos, la noche siempre ha despertado fascinación a artistas, científicos, filósofos…  y la astronomía es una de las ciencias más antiguas.

El Parque Nacional Islas Atlánticas fue recientemente nombrado destino Starlight por sus excelentes cualidades para la contemplación del cielo. Pasar la noche en alguna de sus islas y no mirar hacia arriba, es desperdiciar la oportunidad para distinguir los diferentes azules, desde el más profundo a la blancura de la vía láctea, y todas las estrellas brillando claras, amarillas, blancas de fondo, sin el exceso lumínico de las ciudades.

destino starlight Galicia
Fotografía de Daniel Gándara

Cuatro islas para elegir, desde la ría de Vigo a la de Arousa: Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada. Os recomendamos visitar y pasar la noche en la isla de Ons, donde podréis disfrutar de este espectáculo. La isla nos ofrece el paisaje y solo depende de nosotros aprovecharlo para conocer un poco más sobre astronomía, una ciencia que jugó un papel fundamental en la historia al servir para orientarse en el inicio de la navegación, hasta hoy en día que sigue provocando infinitas preguntas.

Y hasta aquí nuestro recorrido mirando a las alturas. Recordad poner la vista en el cielo, porque para no perdernos el encanto de nuestra costa, a veces también hay que andar por las nubes.

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