Desde hace siglos, Galicia guarda una gran relación con el pueblo vikingo. Las diferentes invasiones vikingas en las costas gallegas hicieron que a día de hoy esa esencia aún se pueda apreciar en celebraciones o embarcaciones con toques vikingos en Galicia. Nos remontamos a siglos atrás para conocer los orígenes del legado vikingo en Galicia y empaparnos de las peculiaridades de este original pueblo escandinavo, ¿nos acompañáis?
Los orígenes
Conocidos por su fortaleza y por ser guerreros invencibles, los vikingos llegaron a Galicia atraídos por el oro y las riquezas que los romanos dejaron como legado. Su fin último era asentarse en Santiago de Compostela a la que consideraban la tierra de Jacob y para conseguirlo atacaron durante años a Galicia.
En el año 844 los vikingos asediaban Galicia por primera vez, pero no sería la única ya que los vikingos invadieron Galicia hasta en cuatro ocasiones. La segunda tuvo lugar 14 años después, entre los años 858 y 861 y la tercera entre el 966 y el 971. La última invasión vikinga fue la más larga y se extiende desde el año 1008 hasta el 1038.
Durante el reinado de Ramiro I comenzó el acoso y derribo por parte del pueblo vikingo. Una flota de 150 barcos procedente de Escandinavia asaltó y saqueó algunas aldeas del norte de España. Cuando los barcos se acercaron a las inmediaciones de la Torre de Hércules, las tropas del Rey Ramiro I de Asturias rechazaron a las tropas escandinavas y estas se marcharon de la zona para volver unos años después.
Navegando por la Ría de Arousa con sus barcos y durante el reinado de Ordoño I, los vikingos consiguieron saquear la diócesis de Iria Flavia y cumplir el objetivo de llegar a Santiago de Compostela entre los años 858 y 861. A pesar de que los habitantes pagaron un pequeño tributo para evitar el saqueo, los vikingos continuaron asediando Santiago, que declararon en estado de sitio. El ejército dirigido por el Conde Pedro levantó el estado de sitio y consiguió no sólo derrotar a los vikingos sino destruir 38 de sus barcos. Los supervivientes de la batalla continuaron su viaje hacia el sur de la costa gallega saqueando pueblos y ciudades durante el recorrido.
Más que saqueo o riquezas, el tercer ataque tenía otro objetivo muy claro. La posición estratégica de Galicia les permitía atacar otros lugares de la Península Ibérica e incluso otros países del Mediterráneo, por lo que los vikingos intentaron crear una segunda Normandía en Galicia.
En el año 968 y con Ramiro III como rey, franceses, noruegos y daneses llegaron a la Ría de Arousa con una flota de 100 barcos al mando del caudillo Gunderedo. Una vez allí desembarcaron en el puerto de Xunqueira para dirigirse caminando hasta Santiago de Compostela con la idea de hacerse con los tesoros que allí se guardaban. Tras este episodio continuaron saqueando e incendiando pueblos gallegos durante aproximadamente tres años. Después volvieron a Santiago para hacerse con los restos del Apóstol pero el ejército del Conde Gonzalo Sánchez les derrotó.
La última invasión de la que se tiene constancia tuvo lugar en el año 1028. Por ese entonces Galicia estaba gobernada por el rey Bermudo III y las tropas vikingas dirigidas por Ulf “el gallego” asaltaron las poblaciones que se encontraban a su paso por la Ría de Arousa. Estas fueron rechazadas por el ejército del obispo Cresconio de Compostela, que ordenó edificar las que hoy conocemos como Torres del Oeste.
Estas invasiones vikingas supusieron varios cambios en el panorama gallego de la época. Por un lado, la destrucción de las diócesis de Iria Flavia y Bretoña provocó el traslado de estas a Santiago de Compostela y Lugo, hecho que supuso el cambio en la estructura del poder de la iglesia en Galicia. En el terreno de las construcciones, las Torres del Oeste o la Muralla de Santiago son dos ejemplos de fortificaciones construidas para defender al pueblo gallego de las invasiones nórdicas.
Catoira y los vikingos
Uno de los pueblos fundamentales en la historia vikinga de Galicia es sin duda Catoira, una villa marinera que durante siglos sufrió los constantes asedios de los vikingos. Atraidos por el patrimonio de iglesias y monasterios y por Santiago de Compostela (para ellos Jakobsland, Tierra de Jacob), los vikingos utilizaban Catoira para acceder a la zona de Santiago sin dificultad gracias a su posición estratégica en la Ría de Arousa.
Como recuerdo de esta hazaña desde 1960 todos los años el primer domingo de agosto Catoira conmemora con una romería vikinga este episodio de la historia de ambos pueblos. Esta fiesta popular, en la que cada año los habitantes del municipio se disfrazan de guerreros vikingos y representan el ataque a la villa marinera de Catoira, reúne año tras año a miles de personas.
La fiesta da comienzo por la mañana temprano, con la actuación de grupos folclóricos por las calles del pueblo. En las Torres del Oeste, el símbolo más representativo de los vikingos en Catoira, se instala un mercadillo medieval justo antes de regalar a los romeros mejillones y vino del Río Ulla.
Tras esta parte de la fiesta llega la más importante: el desembarco. Subidos en réplicas de los drakkar del siglo XI, los invasores disfrazados llegan a la costa procedentes del norte para asaltar las Torres del Oeste armados con sus espadas. Los habitantes de Catoira intentar resistir al ataque y en ese momento se produce la recreación de una batalla en la que todos terminan calados hasta los huesos de vino. Tras esta tradicional lucha tiene lugar una comida popular de confraternización entre los asistentes a esta gran fiesta que culmina con el espectáculo de la música de las gaitas y una verbena popular que pone la guinda a una jornada de historia y tradición gallega.
Esta romería está declarada desde hace años como Fiesta de Interés Turístico Internacional y es uno de los momentos más populares y que más visitantes atrae de toda Galicia.
Rutas vikingas por Galicia
La importancia vikinga en Galicia es tal, que para no perder el recuerdo de siglos de historia existen ya diferentes rutas vikingas para conocer de primera mano las hazañas vikingas en la comunidad gallega. A bordo de un drakkar (embarcación típica vikinga) se pueden visitar diferentes escenarios donde tuvieron lugar las batallas más importantes entre vikingos y gallegos y un sinfín de actividades relacionadas con este curioso pueblo escandinavo.
En un intento por acercar la esencia vikinga a la gente, distintas empresas comercializan rutas vikingas por la Ría de Arousa y por otras zonas de gran importancia en el asedio de vikingos durante siglos.
Si os atrae la historia vikinga y queréis sentiros vikingos por un día ¡ahora tenéis la oportunidad!
*Foto de portada de Patricia Á. Casal con Licencia Creative Commons