Aunque allí lo encontramos bajo los términos de “turismo marítimo y costero” o de “turismo marítimo y fluvial”, incluyendo el pescaturismo, los paseos en barco y las actividades náuticas, el turismo marinero se está haciendo cada vez más potente en Francia.
El segundo espacio marino del mundo
Según el INSEE (Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos), Francia posee la segunda superficie de espacios marinos del mundo – justo detrás de EEUU – con 11 millones de km2, o sea hasta 20 veces la superficie terrestre de la Francia metropolitana. Obviamente, la explotación de sus recursos marinos es fuente de desarrollo económico al generar muchas actividades: la pesca o el transporte marítimo y fluvial, actividades prometedoras para el desarrollo sostenible como la acuicultura, las energías marinas, y el turismo marinero. Por cierto, los campos tradicionales van perdiendo puestos de trabajo, pero se están creando otros en el ámbito del turismo. Éste es también una alternativa para la gente del mar para diversificarse y así tener una nueva fuente de ingresos.
El turismo marinero: un sector próspero
Desde hace varios años, los alquileres de barcos van floreciendo en las costas francesas, y particularmente en las dos regiones líderes del sector del turismo marinero: Bretaña en el Noroeste y Provenza en el Sureste. El pescaturismo también atrae a cada vez más turistas, curiosos de conocer el procedimiento de cultivo de los mariscos y pescados hasta su llegada a la mesa. Recordamos que el pescaturismo es sinónimo de una jornada de pesca, recogiendo las redes y descubriendo los oficios tradicionales de la pesca costera artesanal. Por otro lado, el país vecino cuenta con la mayor red europea de vías navegables y el turismo fluvial se está reforzando: las Vías Navegables de Francia, establecimiento público que gestiona la mayor parte de la red francesa, registraron en 2015 un aumento en la venta de sus tickets.
Además, la Comisión Europea ha lanzado el proyecto Odyssea para la promoción del turismo marítimo y costero, los itinerarios culturales marítimos y las actividades de navegación. Una estrategia que busca redinamizar las regiones costeras. En toda Europa, el sector del turismo marinero emplea unos 3,2 millones de personas, generando un total de 183 mil millones de euros.
Algunas iniciativas atractivas
Ver los fuegos artificiales desde el mar durante el Día Nacional de Francia, hacer carro de vela en las playas bretonas, aprender a hacer los nudos marineros, degustar un menú preparado por un chef estrellado en directo a bordo de un barco, dormir en un faro… Son muchas las experiencias que ofrecen las costas francesas.
Foto de portada: Brest, Bretaña. Fuente: Flickr – Yann Caradec