Siguiendo con la serie Denominaciones de Galicia, en esta segunda entrada os hablamos de la D.O. Ribeiro, la más antigua de las cinco existentes (1932). Está localizada entre las provincias de Ourense y Pontevedra, agrupando municipios tales como Beade, Carballiño, Cenlle, Leiro, Ourense o Ribadavia entre otros. Y con los ríos Miño, Avia y Arnoia como principales pasos fluviales.
Historia de la DO Ribeiro
Con 2.800 hectáreas de viñedo a repartir entre estos concellos, la historia de la D.O. Ribeiro merece una mención especial. Y es que ya fue Estrabón, el antiguo geógrafo e historiador griego, el que evidenció en sus textos la elaboración de vino del Ribeiro allá por la segunda mitad del siglo II a. C.
A pesar de este testimonio, son otras las épocas que nos dan más información acerca del origen de estos vinos. Pues se sabe que al paso de los romanos por estas tierras los vinos del Ribeiro refrescaban el gaznate de los emperadores. Y fueron nuestros ya conocidos monjes del Císter los que destacaron sobremanera en el estudio de las variedades autóctonas de esta D.O. Concretamente desde los monasterios de San Clodio y Oseira, en los que dedicaron buena parte de su tiempo al cultivo de la vid.
Gran parte de la historia de esta tierra y de sus vinos se construye al amparo del Camino de Santiago.
Como ya dijimos en la primera de las entradas de las Denominaciones de Galicia con la uva Albariño y su llegada a las Rías Baixas. Es mediante el Camino de Santiago por donde el Ribeiro se expande por Europa a partir del siglo XII.
Desde la época romana, existió una continuidad importante en el cultivo del viñedo en esta zona. Lo que llevó a que en los siglos XV y XVI este llegara a su máximo esplendor. Pues digno de un gran prestigio, es ya en esta época cuando se comercializa y exporta por toda España y Europa, principalmente en países como Francia, Portugal, Italia y Gran Bretaña.
Además de la constancia de que en 1592, se embarcan en Ferrol 127 pipas (toneles) de vino Ribeiro para cruzar el Océano Atlántico hacia América. Esta relación entre el continente americano y el vino del Ribeiro ya venía de lejos en esta época, pues Colón en su primera expedición a estas tierras contaba con este vino gallego entre los víveres de sus tres carabelas.
Características de los vinos Ribeiro
El Ribeiro, como el resto de Denominaciones de Galicia, mantiene unas características propias que lo hacen único. A lo largo de su historia, ha soportado diferentes plagas a gran escala de hongos e insectos tales como el oídium o la filoxera. A las que gracias al uso de otras vides más resistentes pudo sobrevivir, y desde principios del siglo pasado volver a la calidad de sus orígenes.
Todo esto nos lleva a las características de los elementos de los que se obtiene esta D.O. Y concretando en el terreno, vemos que la particularidad común en todo él es la altitud.
Un denominados común de los vinos con DO Ribeiro es la altitud. Los viñedos se sitúan entre los 75 y 400 metros en valles y laderas.
A veces, estas laderas acusan grandes pendientes que se salvan gracias a los llamados socalcos o bocaribeiras, que contornean el nivel de cada viñedo.
Además de su origen granítico y la presencia de abundantes piedras y gravas que mejoran la estructura del suelo. Al terreno debemos sumarle el clima. En esta zona las barreras montañosas naturales y la localización geográfica son fundamentales para evitar las borrascas subatlánticas de influencia marítima. Lo que mantiene un clima templado y húmedo óptimo para el cultivo.
En lo referente a los tipos de uva de esta D.O. Decir que como en el resto de Denominaciones de Galicia, son varias las clases de tintas y blancas que la forman. Así, nos encontramos con variedades como la Treixadura, reina indiscutible del vino del Ribeiro.
La Torrontés, autóctona y segunda variedad más utilizada en la zona, o la Godello, más utilizada como complementaria o base de la mezcla. Loureira, Macabeo, Caíño o Albilla son otras variantes utilizadas en distinta proporción, que sin duda corroboran la diversidad especial de estos vinos.
Bodegas principales en el Ribeiro
Como seguro sabéis, de nada sirve obtener un buen producto si el tratamiento posterior no está a la altura. Y el mundo de la enología no es un campo que omita esta regla. Es por ello que la D.O. Ribeiro cuenta con algunas de las bodegas que más miman el proceso, lo que las convierte en una seña de calidad e identidad en el sector. Es en base a esto por lo que os presentamos algunas de ellas.
Estas son las principales bodegas productoras de Ribeiro:
- Viña Costeira. Fundada en 1968, apostó por el uso de las uvas históricas de Galicia como elemento unificador entre la tradición y la innovación que les caracteriza.
- El grupo Pazo do Mar, nacido en 2002 tras una vocación familiar de más de 30 años, destaca en su especialización en tres de las cinco Denominaciones de Galicia que existen: Ribeiro, Rías Baixas y Monterrei.
- Casal de Armán se caracteriza por ser un proyecto de finales de los años 90, perteneciente a la cuarta generación de un grupo familiar que ha elaborado vinos en el Ribeiro desde el siglo XIX.
- Priorato de Razamonde. Otra bodega con gran tradición familiar. Cuenta con distintos y numerosos premios que atestiguan la calidad de sus caldos.
- Viña Meín. Su situación geográfica y producción son espectaculares, con cifras de hasta 80.000 botellas.
Como vemos, la perseverancia es una constante vital en el panorama vinícola general y gallego en particular. La salud de los vinos Ribeiro es un buen ejemplo, pues tras siglos de existencia, estos vinos mantienen intactas las características que los han hecho únicos.
Con esta segunda entrada continuamos avanzando en el conocimiento y puesta en valor de una de las huellas más destacadas de nuestra tierra, los vinos. Y tras esta, tres son las Denominaciones de Galicia que nos quedan a partir de hoy. No podemos esperar a hablaros de ellas…
