Doce de la mañana, 23º de temperatura, solazo. Todos preparados delante de la plaza del Ayuntamiento de O Rosal para comenzar la jornada. Bueno todos no, hubo algunos rezagados.
Capitaneados por nuestro guía Juan Ramón Martínez, oriundo de O Rosal, historiador y amante de su zona, emprendimos la marcha.
Comenzamos la ruta de “Os Muiños” con una primera explicación en el primer molino. Conocimos la curiosa historia de esta sucesión de molinos y tras desmitificar algunas leyendas, se puso en marcha la muela del molino para contemplar cómo se producía la harina antaño. Todos atentos y curiosos lanzaron preguntas al interlocutor. Juan Ramón nos descubrió el origen del baile de la “Muiñeira”.
Y desde aquí empezamos a caminar monte arriba, pasando por los diferentes molinos que nos encontramos por el sendero. Múltiples historias y particularidades que encierran cada uno de ellos. Y así pudimos avanzar hasta tener la asombrosa perspectiva de los molinos. Mientras recuperamos fuerzas desde un mirador conseguimos divisar el Monte Santa Tecla, y la desembocadura del río Miño. Foto molona de grupo no podía faltar.
Más fotos, risas y camaradería monte arriba. Pronto coronamos la cima de los 67 molinos. Una fuente nos sirvió para hidratarnos y para comenzar la bajada, no sin antes enseñarnos nuestro guía y ya amigo, la piedra más importante de esta ruta. La piedra centenaria que reparte el agua para dos municipios.
Como buen guía, nos comentó otros puntos recomendados del entorno para que volvamos en otra ocasión, como el llamado “lago azul, unas pozas de agua cristalina que refleja el cielo”, relata Juan.
Tras una bajada veloz, finalizamos la ruta con ganas de encarar la siguiente etapa de esta jornada #DelMaralaTierraGC.
Tres menos cuarto de la tarde. Por fin llegamos a la bodega Quinta Couselo. Comprobamos la exquisita decoración del espacio con motivos campestres, ensalzando la historia de este emblemático espacio. Alejandro Torres, el talentoso chef vigués, y su compañero Óscar, ultimaban la pre-elaboración de algunas de las delicias que nos tienen preparadas.
Antes de comenzar esta experiencia gastronómica de maridaje, el enólogo José Manuel Juste, nos explicó la historia de la bodega, las propiedades de la uva de esta zona y el maridaje propuesto.
De primero nos deleitamos con un carpaccio de pulpo al olivo y el vino Albariño Turonia de la bodega. Un placer para el paladar. Escribirlo va a saber a poco.
A continuación tuvimos la suerte de saborear gambones preparados en diferentes texturas, en tartar, crocante y en piruleta. Este plato fue maridado con el premiado vino Quinta Couselo (Rosal). Todo lo que pueda narrar es poco.
El chef tenía una sorpresa preparada, una ensalada de tomate marinado con sardina ahumada al momento con aroma de sarmiento. Acompañar ésto con el delicioso Ribeiro Finca Viñoa, simplemente espectacular.
Y así fue transcurriendo la tarde, una amalgama de sensaciones que seguro dejaron huella en los paladares de los comensales asistentes.
Se sucedieron las fotos, el marco incomparable y el elenco de profesionales de este arte hicieron posible retratar cada detalle con cariño e ingenio. Entre ellos estaba la creativa Cristina Acha (instagramer @criscostacha), y Cristina Rey de @thehouseofchic nuestro grato descubrimiento @bebespontocomes, Joana y Pedro, llegados desde Aveiro, los responsables de la revista especializada en gastronomía, La Alacena Roja, Alberto y Martina a la cabeza, también estuvieron Adrian McManus y su mujer Luz de Northwestiberiawinetours, y nuestro ya querido Alberto, más conocido como @maisgrelos. Una delicia compartir mesa con todos ellos.
Rodeados de una espectacular vista los viñedos de la quinta, en su entrañable terraza y ya distendidos finalizó “Del Mar a la Tierra”, no sin antes conocer todos los entresijos de la bodega de la mano de nuestro anfitrión, el enólogo José Manuel Juste.
¡Volveremos seguro porque con gente tan profesional es muy fácil trabajar!