Hace poco más de un año que empecé a navegar de la mano de Bluscus y en mi primera zambullida en este blog traté de acercaros la ría de Arousa desde un punto de vista prácticamente desconocido que ha ido ganando adeptos por la belleza de sus parajes. Se trata del Camino de Santiago por mar conocido como la Traslatio o la Ruta Xacobea del Mar de Arousa y río Ulla. Hoy retomo este hilo para mostraros esta experiencia turística en primera persona y animaros así a vivirla vosotros.
Invitados por Amare Turismo Náutico, Bluscus se adentró en la más grande de las rías gallegas junto a otros compañeros de profesión para conocer el itinerario que, según la leyenda Xacobea, hizo el cuerpo yacente del apóstol Santiago antes de ser enterrado en lo que actualmente es la ciudad de Santiago de Compostela. Se trata por tanto del primer Camino de Santiago, la Traslatio.
La tradición cristiana nos cuenta que los apóstoles debían ser enterrados, para descansar eternamente, en aquellos lugares en los que habían predicado. Es por eso que el cuerpo de Santiago Zebedeo o Santiago el Mayor, después de ser decapitado a espada en Palestina en el año 44, fue robado por sus fieles discípulos Atanasio y Teodoro, con el fin de que los judíos no lo profanasen, y así poder conducirlo al finisterrae del mundo conocido por aquel entonces, la actual Galicia. Su traslado se habría hecho en un barco de cabotaje destinado al transporte de rocas minerales, interpretado en su momento y trasmitido popularmente como “la barca de piedra”. Hasta finales de la Edad Media se llegó a creer que un peñón situado en Padrón, último puerto de la Traslatio, era la embarcación que había trasladado milagrosamente el cuerpo apostólico.
Nuestro viaje no partió de Palestina sino de A Illa de Arousa desde donde fuimos guiados por Gabriel que no dejó que nos perdiésemos ninguno de los secretos ni de la ría de Arousa ni tampoco del río Ulla. Rodeados de la intensa actividad pesquera matinal, abandonamos el puerto de Xufre, el más importante de la isla, para adentrarnos en una ría repleta de bateas. Nuestra primera parada, el Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Los arroaces con sus saltos nos dieron la bienvenida a la isla de Cortegada rodeada de los islotes de Malveira Grande, Malveira Chica, Briñas y O Cón que nos anuncian la proximidad de la desembocadura del río Ulla. En este punto nos encontramos también el primero de los cruceros que conforman el único via crucis marítimo del mundo que nos señala el camino a Compostela. Son un total de 17 cruces de piedra, a cada cual más excepcional, donadas por diferentes instituciones que trataron de apoyar la recuperación de este Camino por mar.
Así llegamos a Punta Patiño, en el municipio de Rianxo, donde el via crucis rompe su homogeneidad y nos presenta un Calvario, tres cruceiros que junto al monte libre de construcciones que lo rodea crea una instantánea espectacular. Muy próximo se encuentra el nuevo viaducto sobre el Ulla, todo un alarde de ingeniería que requirió ejecuciones pioneras. Cuenta con un vano central que supone un record del mundo en su diseño que le sirvió para hacerse con varios premios internacionales. Sus dimensiones sorprenden todavía más cuando lo observamos desde el río. Tras el puente nos reciben las Torres de Oeste, las ruinas de un enclave privilegiado y de enorme importancia en la Edad Media vinculado también a la ciudad compostelana. Formaba parte del sistema defensivo que se instaló en la Ría de Arousa para evitar que los invasores llegasen a los tesoros galaicos, especialmente a los que guardaba la Catedral de Santiago. Las batallas lidiadas con los vikingos le han dado la fama a la localidad de Catoira que convirtió esta vinculación histórica en su seña de identidad. Es por eso que en sus aguas hoy fondean drakkars.
Antes de llegar a nuestro destino tenemos que surcar las aguas que inundan las Brañas de Laíño, en el municipio de Dodro, una de las zonas húmedas más grandes de Galicia protegida por la Red Natura 2000 a la que Rosalía de Castro le dio fama. En la otra orilla, la de la provincia de Pontevedra, encontramos la playa fluvial de Vilarello, en Valga, considerada como una de las mejores de baño del río Ulla en su tramo final. Próximo al área de recreo está el último crucero del via crucis fluvial, justo antes del pantalán que muchos peregrinos eligen para desembarcar y continuar el camino a pie. Lo cierto es que, en la actualidad, las canalizaciones modernas del río Sar no hacen posible la navegación hasta el punto exacto al que habría llegado el cuerpo apostólico. Por este motivo, las opciones habilitadas son este punto o el puerto de Pontecesures que marca hoy en día el fin de la Ruta Xacobea del Mar de Arousa y río Ulla. Una vez en tierra, el peregrino se une al Camino Portugués para continuar a pie hasta la Plaza de Platerías, punto y final de este itinerario jacobeo. Si no eres peregrino, como en nuestro caso, en el paseo no tocarás tierra firme y podrás continuar disfrutando de todos estos interesantes parajes en el viaje de vuelta.
La carga de espiritualidad inunda sin duda alguna este trayecto que nos entronca con el pasado pero que a la vez nos comunica con nuestro patrimonio de una manera muy especial. Es por ello que se incluye en la Variante Espiritual del Camino Portugués que, pasando a pié por los monasterios de Poio y Armenteira, se dirige a Vilanova de Arousa (otro de los posibles lugares de partida) para continuar la ruta por mar y retomar de nuevo la caminata en Pontecesures. Además, seas peregrino o no, es un camino que nos propone un punto de vista diferente, desde el mar, del que sin duda vas a disfrutar.
¿Ya estáis convencidos para emprender vuestro Camino por el mar, la Traslatio? Desde Bluscus os invitamos a peregrinar con nosotros por la Ría de Arousa.
Ultreia (Buen Camino).
